SOÑE QUE TE SOÑABA

Y te acercaste, despacio, casi tanteando el terreno que pisabas, cortada. Sonreías, como casi siempre, era tu sello, tu identidad. Tu sonrisa me animo un poco, tal vez no fuese tan malo lo que me ibas a decir. Te colocaste cerca, muy cerca, dijiste un hola que casi no sonó, pero tu sonrisa decía hola por ti. Te quedaste pensando un momento, probablemente buscando las palabras, lo habías decidido, lo ibas a decir pero…

Pero justo en ese instante algo broto de dentro de mí ser, algo impulsivo, algo básico, algo animal, instintivo. Te rodee con un brazo por la cintura, te atraje hacia mi y te bese.

Te bese con fuerza pero suavemente, un beso robado que espera respuesta, y la respuesta no se hizo esperar, me mordiste un poco el labio inferior, pero no era un mordisco de rechazo, era un mordisco de deseo, de deseo contenido que no se puede contener. Mantenías los ojos abiertos y tu mirada parecía reprobarme, pero no te apartabas, soltaste la presión sobre mi labio inferior y abriste tus labios, tu lengua buscaba la mía, cerraste los ojos. Nuestras lenguas se encontraron, danzaron, se dijeron mil cosas. Mis manos rodearon tu cintura, mis dedos juguetearon con tu cinturón, con el filo de tus vaqueros, rozando tela y piel a la vez, mis dedos querían notar tu calor, la suavidad de tu piel, pero lo hacían cautos, un poco nerviosos. Nuestros cuerpos se juntaron un poco mas, comunicándose calor, estaba seguro de que podrías notar los latidos de mi corazón, enormes, inmensos, rotundos. Junte tus caderas a las mías y pase mi mano por tu espalda, por dentro de la camiseta, desprendías fuego, desprendías deseo. Notaba tu pelo rozando mi cara, una mano subió hacia tu cara, sin dejar de besarte roce tu mejilla que también parecía arder, el tacto de aquella mejilla me enternecía, me traía a la mente tactos infantiles, olores, colores. Me provocaban aquella mezcla entre sensualidad y delicadeza, entre deseo y ternura, entre la tierra y el cielo, aquella mejilla tenía sin duda el tacto que debían tener los Ángeles de Miguel Ángel.

     Echaste un poco hacia atrás  tu cara, mi corazón se detuvo un instante, ibas a decirlo, no, sonreíste y tus ojos tomaron el brillo de tu sonrisa, tu cuerpo seguía pegado al mío, tus labios buscaron ahora los míos, los ojos abiertos, mirándonos tan de cerca que casi podíamos vernos por dentro, los ojos reflejados en los ojos, dos sonrisas mezcladas en un baile, dos almas fundiéndose en un beso.

     El cielo quiso acompañar, finas gotas comenzaron a mojar nuestros cuerpos, calidas, suaves, sin la menor intención de separar aquel beso. El agua aliviaba el calor que ya abrasaba nuestros cuerpos, conteniéndolo, aplazándolo, dándole su tiempo a aquel fuego.

     No se cuanto duro aquel beso, ¿un instante?, ¿un momento?, ¿un eterno?, volviste a separar tu cara, tus mejillas, y esta vez, tu cuerpo. En una décima de segundo mi mirada recorrió primero tu cuerpo, y luego vio más atrás, mi terreno. Justo cuando tus labios pronunciaban la primera palabra, que quedo suspendida y muda como una hache, te coji de la mano y tire de ti

        Ven, quiero enseñarte algo.

        Espera, yo…- pero ya estabas andando conmigo.

 

     Te lleve de la mano, a paso ligero. Nos encontrábamos en un llano, a unos veinte metros de una cueva, mi cueva, mi refugio, mi lugar secreto. Cuando entramos todo estaba oscuro, pero era una oscuridad que yo conocía, no era una oscuridad fría, era una oscuridad amiga.

        Un segundo, en seguida veras mejor.

 

Detrás de una roca, junto a un libro de cuentos, estaba mi viejo candil, un candil de aceite que yo siempre mantenía lleno. Lo encendí y te mire a la jugueteante luz rojiza, parecías el sueño de un poeta, tus ojos abiertos un poco por la sorpresa mirando como aquella pequeña cueva parecía la habitación de un naufrago, el refugio de quien, estando siempre rodeado, necesita encontrarse en la soledad y ha buscado un lugar en las entrañas de la tierra. Una butaca antigua, una manta, una jarapa de Nijar en el suelo con un libro encima “20.000 leguas de viaje submarino”, un pequeño clavo para el candil y un reloj musical, probablemente de primeros de siglo, de aquellos que tenían una puertecita de cristal y una especie de vals sonaba si le dabas cuerda. Te quedaste mirando el reloj, extrañada.

        Mi abuelo me contó- te dije- que, cuando el era joven, había noches que las parejas pasaban bailando toda la noche con la misma cancioncilla, una y otra vez. Yo le pregunte si no era muy aburrido escuchar una y otra vez la misma canción, y mi abuelo me contesto “depende quien fuese tu pareja esa noche”

 

Sonreíste, tu sonrisa le daba la razón a mi abuelo.

Me preguntaste que olía tan bien, ahora era yo quien sonreía, tal vez un poco avergonzado.

        Macero canela en el aceite que uso para este candil, tengo la absurda idea de que la canela huele a destino, a algo que nadie a escrito pero que esta a punto de escribir. La canela huele al viaje que estas a punto de emprender pero que aun no has comenzado. La canela huele a lo que esta por venir pero que aun no ha llegado.

 

Tu sonrisa me hizo cosquillas otra vez, no te pareció tan absurdo oírlo como a mí decirlo. Me sentí bien, oír tu sonrisa, porque yo la oía, era relajante, era sedante, era tu don.

 

Me coloque en la jarapa, la espalda pegada a un recodo de la piedra, tire de tu mano y te coloque entre mis piernas, tu espalda contra mi pecho. Afuera el viento ululaba, las gotas de lluvia repiqueteaban en los pequeños charcos. Junte mi mejilla a la tuya y quedamos en silencio, escuchando el pulso de nuestros cuerpos. Nos echamos la manta por encima, no teníamos frío, queríamos sentir la unión de los dos en un solo espacio. Acerque mis labios a tu oído y te susurre todo lo que sentía por ti, y era tanto y tan bello que me adormecí mientras mis brazos te rodeaban y tu ser se estremecía escuchando todo lo que un hombre puede sentir y que parecía nunca haber contado.

 

 

Cuando desperté no estabas allí, ni tu, ni mi cueva, ni tan siquiera mi sueño. Te esperaba, me había adormecido esperándote. Querías verme, ibas a decirme algo, y como siempre, yo llegaba temprano.

Te vi aparecer a lo lejos, me sonreíste, aquella sonrisa que cosquilleaba en mi alma. Te acercaste, muy cerca, podía notar tu olor, me embriagaba, aun sonreías y justo cuando ibas a decir algo……..te besé con fuerza, con fuerza pero suavemente……      

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5 respuestas a SOÑE QUE TE SOÑABA

  1. Pasión por las Mariposas dijo:

    Hola piratilla felicidades por esta  entrada  q me encanto  muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuask  q sueñes  mas  jajajjajjaa y feliz año nuevo ,estas  hecho un fenomeno de verdad q precioso ese sueño  mmmmmmmmmm jajajajajaja chao guapo .

  2. lune dijo:

    Es realmente hermoso, …lástima que sólo fuese un sueño, hubiese sido una bonita realidad.
    Bss

  3. Mª José dijo:

    precioso,que pena que solo fuera un sueño,pero te deseo que ese sueño algun dia se vuelva realidad.holaaaaaa guapeton,pase a saludarte y a desearte un buen dia.ahhhhhhhhh y feliz año nuevo,un besazo guapo.

  4. j dijo:

    Amigos y oyentes de la Posada de los piratas:
     
    Nos complace invitarles el día 1 de FEBRERO del 2008 a escuchar la nueva POSADA DE LOS PIRATAS. RADIO. Esta radio abrirá sus puertas para todos los que hasta ahora nos han seguido y todo aquel que quiera escuchar nuestra radio de Internet.
     
    Tendremos nuevos Dj’s que nos deleitaran con las mas diversas melodías de ayer y de hoy, con nuevos programas en los cuales estaréis invitados a participar con vuestra opinión y esas dedicatorias que queráis hacerles llegar a vuestros contactos.
     
    Os prometemos pasar buenos momentos, y hacer aflorar este año, pintando vuestros hogares de melodías maravillosas e incluso leyendo poesías que lleguen a vuestros corazones.
     
    Partimos de nuevo de la nada en esta aventura, para llenarlas de simpatía con vuestra acogida.
    Volvemos con las manos repletas de historias nuevas, que  no son más que posibles melodías del futuro. Tocamos de nuevo a vuestras puertas con esperanza de ofrecer nuestra amistad y nuestro nuevo proyecto de este nuevo año, que esta echo con la misma o quizás mayor de las alegrías y entrega por estos Dj’s  que día a día llenaran vuestros hogares de luz y color.
     
    Pronto estaremos entre vosotros, LA POSADA DE LOS PIRATAS, de nuevo brillaran las luces, de nuevo el silencio se hara melodía y escuchareis a vuestros Dj’s que con impaciencia han esperado que la posada vuelva abrir sus puertas para todos vosotros.
     
    Estaros preparados por que La Posada de los Piratas llega a vosotros navegando de nuevo, entre nubes, edificios, puertas y Pcs, de vuestras casas, llegara delgada  tenue y suave como las primeras gotas de otoño para rememorar recuerdos del pasado y disfrutar en el futuro.
     
    Pronto estaremos entre vosotros, nos veréis caminar día a día sobre las aguas, a todos y cada uno de estos piratas que componemos esta radio. Podréis oírla haciendo latir vuestros corazones.
     
    Bienvenidos seáis a estos nuevos ritmos, y voces.
     
    La Posada de los Piratas.
     
                                            laposadadelospiratas.radio@hotmail.com
     
     
     
     

  5. Monika dijo:

    Bellisimo, el AMOR…..es siempre bello y bellamente contado.
    FELIZ AÑO !!!!
    Monika

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